1. Hablas como negocio, no como persona

El error más común es sonar como anuncio. Frases tipo “los mejores productos del mercado” ya no conectan.

✅ Solución: Usa un tono cercano, como si hablaras con un amigo. Ejemplo:

“Si últimamente has sentido que tu piel se reseca con el frío… esto es para ti”.

2. No sabes a quién le estás hablando

Cuando intentas venderle a todo el mundo, terminas sin conectar con nadie. Si tu contenido es muy general, nadie se sentirá identificado.

✅ Solución: Define tu cliente ideal. ¿Mujeres emprendedoras de 30-50? ¿Papás jóvenes? ¿Dueños de negocios?

Haz contenido pensado específicamente para ellos.

3. Tus fotos o videos no comunican emoción

Una imagen sin contexto no dice nada. Una foto bonita no vende si no sabemos por qué debería importarnos.

✅ Solución: Acompaña cada imagen con una historia, beneficio o emoción. Ejemplo:

“Este fue el primer pastel que hicimos para una clienta que nos dijo: ‘quiero sorprender a mi mamá, pero tengo poco presupuesto’. Así nació nuestro paquete económico 🎂💛

4. No usas un llamado a la acción claro

A veces la gente sí está interesada, pero no sabe qué hacer. Si no les dices qué hacer, simplemente se van.

✅ Solución: Termina tus publicaciones con frases como:

• “Pide el tuyo por WhatsApp aquí 👇”
• “¿Te gustaría que lo preparemos igual? Envíame mensaje.”
• “Etiqueta a alguien que necesita esto.

5. Solo vendes y no aportas valor

Si todo tu contenido es “compra esto”, “en promoción”, “último día”, tu audiencia se cansa.

✅ Solución: Alterna contenido de venta con valor:

• Tips, hacks, testimonios, inspiración, historias tuyas.

  Aplica la regla 80/20: 80% valor, 20% venta.

Bonus: Revisa tu perfil como si fueras cliente

Ve a tu Instagram o TikTok y pregúntate:

“¿Si yo no te conociera, sabría qué haces, cómo comprar y por qué confiar en ti?”

Si no es claro, es hora de ajustar tu biografía, tus destacados y tus publicaciones.